21 mayo, 2006

Anestesiado

Necesito que me pase algo realmente bueno. Llevo ya varios días en los que todo parece apuntar a que algo bueno está por venir, pero no termina de suceder…

Ha habido cosas interesantes, como algunos proyectos laborales o el concierto de Maldita Nerea, que estuvo muy bien. Volví a ver a gente a la que necesitaba ver (lo necesitaba de veras), escuché a los malditos otra vez en directo… pero necesito algo más. No recuerdo ya cuándo fue la última vez en la que sentí esas ganas de ponerme a cantar simplemente porque estaba feliz, y eso, por raro que parezca, es algo que hago con bastante frecuencia… o al menos lo hacía.

Siempre he sido de las personas que ven el vaso medio lleno, pero joder, necesito un poquito más de agua para seguir viéndolo así.

No sé si es que en esta vida todo va a oleadas, si es cuestión de rachas, o si simplemente nuestro estado de ánimo hace que tengamos la sensación de que nos suceden muchas cosas buenas o no. Sea como sea, últimamente añoro demasiadas cosas que no tengo, y ninguna de esas cosas son materiales.

He estado otras veces así, y siempre he seguido la misma estrategia para pasar este trago; No pienses, no te detengas, haz cosas, cuantas más, mejor, y de vez en cuando, desconecta de todo, ponte a ver una película, a leer un libro o a escuchar música… Lo que sea, pero evita detenerte y mirarte el ombligo. Con el tiempo (no suelo necesitar mucho) vuelve a suceder algo que cambia mi manera de ver lo que me rodea. Todo vuelve a parecerme más blanco que gris, y puedo volver a mirar las cosas en profundidad, mirarme al ombligo, y sonreír. ¿El inconveniente? Que mientras utilizo este mecanismo de “defensa”, mi percepción se aletarga, y puedo dejar escapar cosas que sí merezcan la pena, pero no soy consciente de ello hasta que ya es demasiado tarde.

¿Compensa? No lo sé. Pero en cualquier caso, no parece que esté siguiendo bien mis consejos o de lo contrario estaría haciendo cualquier cosa menos escribir en mi blog ;-).

Escucho:
Vega - Una vida contigo (Circular)

1 Comments:

Blogger Rock Mad said...

Ya sabes que comparto contigo esos sentimientos. Y ¿sabes lo que creo? Que esta es la quietud que precede a la batalla. Interminable quietud. La hemos vivido a otros niveles. Todos piensan, nadie habla, la gente se mira y las miradas traspasan los cráneos. Estemos preparado, en cualquier momento estalla la batalla.

21 mayo, 2006 23:07  

Publicar un comentario

<< Home